De la plastilina al fondo del mar…
Una escultura sin cielo
Esta vez, me encomendaron el busto del “Cousteau Mexicano” para la Isla de Cozumel, pero no para tierra firme, sino para su mar Caribe; me encargaron el busto de Ramón Bravo Prieto, el periodista, cineasta submarino, hombre de acción y protector de los arrecifes en escultura de bronce.
Este cierre del año 2014 será extraordinario, ya que es mi “año mariano / marino” en julio pasado develé con más de 3000 personas mi gran estatua de la Virgen Stella Maris sobre el mar en Laguna de Términos, Campeche y cinco meses después este busto bajo el mar en Quintana Roo.
Ramón Bravo será el “alma” del Scubafest 2014 ya que bien se le rinden diferentes homenajes, y también será motivo de la reunión de muchos de sus amigos y ex colaboradores, así como de algunos de sus admiradores del mundo del Scuba.
En lo personal, yo si le tuve admiración. Desde chamaco, leía sus notas periodísticas sobre aventuras marinas en la prensa mexicana, y recuerdo bien que mi hermana Patricia me platicaba de él, ya que cuando estaba por terminar su carrera en el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE) trabajó directamente con Ramón Bravo en la edición de algunos documentales filmados y dirigidos por Bravo y que pasaron por la Televisión.
Paty, mi hermana lo conoció y llevó a la casa revistas donde aparecía el “buzo más querido de México” mismas que yo disfruté leyendo, yo tenía como 14 años entonces.
¿Cuándo iba yo a imaginar que la vida me daría la oportunidad de bucear para colocar su escultura en el mar?
Pues andando el tiempo, la vida me regaló ésta oportunidad; este busto de bronce lo develamos el pasado diciembre a 8 metros bajo el hermoso y cálido mar color azul turquesa del arrecife Villa blanca en Cozumel Quintana Roo, exactamente en las coordenadas UTM zona 16 Q
503,030.63 E
2,265156.51 N
Buzos de muchas partes del mundo estuvieron presentes incluyendo a Jean Michel Cousteau, ya que Bravo fue también colaborador de su padre, el Capitán Jacques Cousteau.
En el Centro de Convenciones de la Isla de Cozumel, dentro del marco del Scubafest 2104 se dieron cita, amigos, aficionados, fans y representantes del Gobierno Estatal y del Ayuntamiento local, así como de la Marina y periodistas Internacionales.
Correspondió a Sirenia la hija de Ramón Bravo desvelar el busto, junto con Jean Michel Cousteau, El Presidente Municipal Fredy Marrufo y Pedro Joaquín Delbois, Presidente del Scubafest.
Sin duda una emotiva e inolvidable ceremonia, que derivó en fiesta.
Algunas personas quienes se retrataron con la escultura, se me acercaron a preguntarme con curiosidad, el porqué le había yo modelado el pelo de esa forma. Incluso un viejo amigo de Ramón Bravo, me señaló que el buzo siempre procuraba andar bien peinado de su copete, y yo lo hice en escultura con el cabello desaliñado.
Yo les contestaba, que porque era “arte para peces” y que “ya mañana bajo el mar se darán cuenta del efecto”.
Así fue. Bajo el agua es otra historia y no puede uno peinarse bajo el mar para saludar a los peces.
Una escultura sin cielo
Quien esto escribe, tu amigo escultor -o sea yo- tuve que convertirme en “escultor submarino” ya que tuve que aprender a bucear para instalarlo y también para disfrutar más esa nueva experiencia en mi carrera profesional.
Ramón Bravo es una escultura – busto pensado para verse en una perspectiva nueva, diferente a lo habitual, para verse de arriba hacia abajo (cuando te vas hundiendo en el mar), y con la idea de cómo se ve una escultura a través de un visor y no con los ojos en tierra firme, fue otro proceso creativo.
Una innovación absolutamente nueva en mi carrera, una total renovación de la propuesta para los retratos en escultura, ya que no se trataba de hacer un busto tradicional y simplemente sumergirlo. Un busto creado Ex profeso, para estar en otro elemento y sin cielo; Una magnífica oportunidad para estudiar el asunto, y proponer como artista un nuevo planteamiento.
A la fecha ya había conocido yo las famosas esculturas submarinas del inglés Jason de Caires Taylor, hechas en cemento del Museo Submarino de Punta Nizuc y en Lanzarote, España. Y ahora en la Isla de Cozumel me presentan a mí la propuesta del Nuevo Museo Subacuático del buzo de Oro MUSUBO, y eligen mi trabajo y profesionalismo para fundarlo.
Pues bien, a diferencia de las obras famosas del escultor inglés quien hace sus obras a partir de moldear personas y objetos del natural, mi propuesta sería de acuerdo a lo mejor que yo sé hacer y eso es DAR FORMA al material informe. Es decir, yo modelé el busto de cero. Partiendo de la base de que no será un busto al aire libre, sino inmerso en el mar.
Otro planteamiento es el MATERIAL. Yo utilizaré el bronce noble, bronce eterno.
Ramón Bravo y MUSUBO me han dado esta oportunidad de revolucionar mi trabajo, ya que es una obra única e irrepetible la que allí queda, además estará en constante evolución, de acuerdo a los organismos marinos que se le van agregando a la textura. Siempre cambiante, la naturaleza submarina seguirá contorneando la escultura que yo inicié. Arte contemporáneo ilimitado.
El asunto del cabello del buzo lo modelé en suspensión, tal como reacciona el cabello bajo el agua, pero con mi toque expresionista. A mi modo.
Como es la primera vez que tengo un trabajo así, me puse a hacer muchos modelos previos para definir como se vería su cabello bajo el agua, y como con el paso de los años ya con los organismos adheridos al bronce se iría metamorfoseando en una obra de arte con hábitat marino. Sin duda es otro lenguaje visual en continuo desarrollo. Otra escala óptica distinta a lo que en tantos años he venido trabajado en bustos. Y esta clase de nuevos compromisos me fascinan, retos que renuevan, aventuras que te dotan de nuevas habilidades, en pocas palabras algo hermoso: Arte para peces.
Homenaje submarino en Cozumel a Ramón Bravo. Video
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