Estatua Cantinflas Torero
CULTURAL: Entrevista especial
Padre e hijo y uno de los más nobles oficios del ser humano: Escultores del “Cantinflas Torero”.
Por: Abraham Padilla.
*Todas las imágenes propiedad de Sergio Peraza Ávila, y proporcionadas por él.
Sergio Andrés Peraza Ávila (Ciudad de México, México; 1966) es uno de los artistas plásticos mexicanos más destacados a nivel mundial en la actualidad. Hizo la carrera de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ahora Facultad de Artes y Diseño) de la UNAM, aprendió el rudo oficio de la escultura a través de su padre, el Artista yucateco Humberto Peraza Ojeda, mientras que recibió de su madre, Angelina Ávila Montoya, el balance sensible por la música y el amor a los libros, marca de su juventud y de su desarrollo intelectual. Especialista en fundición artística por el International Sculpture Center de Washington DC y la Fine Arts University, en Pensilvania, Estados Unidos, y Escultor residente en Glasgow Sculpture Studios, en Escocia, el genio del Maestro Peraza Ávila, además de en diversas ciudades de nuestro país, ha sido admirado en Rusia, China, Colombia, Francia (en el célebre Museo del Louvre), y otras muchas naciones desde 1994. Primer Artista Plástico en la historia en ser homenajeado por la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, esto en 2016, entre su prolífica obra destacan sus bustos escultóricos, uno de los cuales es el del célebre investigador marino y estrella de televisión francés Jacques Cousteau. En el marco del 75 aniversario de Sociedad Mexicana de Fundidores, el Maestro Peraza Ávila habla, en exclusiva para la revista Moldeo y Fundición, de su escultura a uno de los más distinguidos mexicanos de la historia, Mario Moreno “Cantinflas”.
“…Estamos en un momento histórico en el que el hombre, científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo…”.
Mario Moreno, “Cantinflas
Revista Moldeo y Fundición (MyF): Maestro, por favor cuéntenos de su obra “Cantinflas Torero”.
Sergio Peraza Ávila (SPA): Mide 3.20 m, y mi padre y yo la modelamos juntos en 1994. Está ubicada en el interior de la Plaza de Toros México, en Ciudad de México. Fue un encargo directo de Don Antonio Ariza, quien fue uno de los promotores para que la Casa Pedro Domecq costeara la obra.
MyF: ¿Qué materiales utilizó usted para realizar esta escultura? ¿Cuál fue el proceso técnico?
SPA: Fue la primer estatua grande que se hizo en el taller de Humberto Peraza Ojeda modelada totalmente con plastilina. Anteriormente, las hacíamos con arcilla. Me decidí por usar la plastilina, principalmente, porque no hay que humedecerla de forma constante ni taparla por las noches para que conserve humedad. Eso se traduce en ahorro de tiempo y ahorro de agua.
Mi papá realizó una bella maqueta a escala, de 50 cm de altura, sobre la cual yo me encargué de ampliar a tamaño monumental. Hice el agrandamiento por la técnica de los “puntos”. Sobre la marcha, al ir apreciando la pespectiva de como quedaría sobre su pedestal, le hice algunos cambios estéticos, por lo que el resultado final del monumento es distinto a la maqueta inicial. En esa época eramos un equipo de escultores, moldeadores y fundidores bajo la dirección paterna. Mi hermano, también intervino en el proceso final de la fundición junto con ocho ayudantes, pero todos comandados por mi querido padre. Auque lo más importante, el modelado artístico a escala monumental, fue totalmente mi responsabilidad. Mi papá me delegó todo el proceso del modelado de la estatua, y tuve que salirme de mi zona de confort para resolver la administración de recursos y materiales. Encaré todo eso porque me interesaba aprenderlo, independientemente del sentimiento artístico que emanaba de mi interior. En ese tiempo, hacíamos todavía los moldes de yeso, y no de caucho de silicón, como los hago ahora. Era mucho más anticuado el proceso del moldeo, digamos “a la vieja escuela”. La estatua ya en bronce, no tiene ningún tratamiento en particular, se conserva bien porque está bajo techo y a la sombra, y el paso del tiempo ennoblece la pátina original. Sería injustificada una intervención que alterara esa pátina.
MyF: Por supuesto sin buscar que nos revele secretos profesionales, ¿nos podría hablar de algún truco técnico en cuanto al manejo de los materiales durante el proceso de realización?
SPA: Como mencioné antes, esa escultura fue la primera que modelé a esa escala en plastilina; yo estaba habituado a la comodidad del barro, por lo que al inicio tenía que calentar la plastilina con calentadores eléctricos para poder modelarla a mi gusto. Poco a poco fui acostumbrándome a la diferencia entre ambos materiales.
MyF: ¿Podría, por favor, describirnos su obra?
SPA: No olvidemos que la obra, es autoría de mi padre. Yo trabajé para él. Nos inspiramos por la película de 1941 que dirigió Alejandro Galindo, “Ni sangre mi arena”, de El Mimo de México, esta escultura retrata el momento en que Cantinflas sale a la Plaza haciendo el paseíllo, a su muy singular “estilacho” de caminar. Porta un “capote de paseo” lo que le da el distintivo de torero, ya que toda su indumentaria es la tradicional de su personaje. La escultura tiene una textura impresionista —que resalta las cualidades escultóricas—, no es lisa ni “sobada”, como se dice en este argot, sino al contrario: tiene mucha fuerza en su superficie. La postura le da a la obra movimiento y ligereza, está dando un paso abierto. El capote que trae plegado al brazo es el elemento que le da el sentido taurino, y el movimiento de su cadera es inconfundible del personaje cómico, es su “paseíllo”, su andar más chusco que otra cosa, y eso, precisamente, fue lo que buscamos que trasmitiera el monumento.
MyF: ¿Cuánto tiempo le llevó el diseño y cuánto la realización?
SPA: Seis meses en total. Para empezar, hice un contrato laboral con mi papá, porque estaba yo comprometido a terminar el modelado en un tiempo establecido. En dicho contrato, acordamos fecha de entrega, mis honorarios, y especificamos que en toda la publicidad, así como en la placa de autor, apareciera también mi nombre. Ese contrato lo conservo con mucho cariño en mis archivos históricos, da fe de un proceso de trabajo profesional y conjunto entre padre e hijo, lo cual me enorgullece. Mi papá conoció bien a Mario Moreno, y como mi papá fue también torero (aficionado práctico) y torearon juntos, lo pudo retratar digamos que fácilmente en escultura; la diseñó en un par de días. Tengo, además, muchas fotos, y también la mascarilla mortuoria de Mario Moreno, por lo que el estudio fisionómico de la cara procede de esto, los huesos del cráneo los pude estudiar en volumen. Y luego tuve que estudiar muy bien su gesto. Me ayudó mucho ver sus películas para disfrutar al personaje. Yo tenía 28 años cuando la hicimos, entonces para mí fue una escuela, aprendí mucho del género retrato, y hasta la fecha ha sido algo en que me he especializado, en los retratos escultóricos, y el Cantinflas Torero es de mi etapa temprana. Profesionalmente hablando, le debo mucho a esa obra.
“…Quizás, para comprender mejor a “Cantinflas” hay que saber que tuvo orígenes muy humildes. Nacido en un barrio popular junto con siete hermanos, e hijo de un cartero, su juventud fue toda una aventura: ayudante de zapatero, bolero, aprendiz de químico, boxeador, bailarín, soldado que se dio de baja del ejército debido a que su padre explicó en una carta que tenía dieciséis años en lugar de veintiuno, e iniciado en la Masonería; Mario Moreno estuvo tan compenetrado con el pueblo y su identidad, que la plasmó en su propio personaje. Figura clave en el México del siglo XX, pintado por Diego Rivera el secreto del origen de su sobrenombre se lo llevó a la eternidad, desmintiendo al mismo Carlos Monsiváis. Trascendido al idioma español, si bien la palabra ‘Cantinflear’ significa ‘Hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada con sustancia’, toda la obra de Cantinflas se caracterizó por su alto contenido social y humanista, en defensa de la virtud, la justicia, la libertad, la igualdad y la fraternidad.
MyF: ¿Qué significa para usted que su escultura se encuentre en la capital de su país, y específicamente en la ubicación en donde está situada?
SPA: Para mí es muy emotivo, porque, aunque no es la única escultura de Cantinflas taurino, ya que mi papá hizo varias esculturas de caballete, de Cantinflas toreando becerros, esas pertenecen a colecciones particulares (y yo conservo algunas); así que sí podríamos decir que esta es la única estatua monumental de Cantinflas en el marco de la fiesta brava, ¡ahí está el detalle, chato! También porque, como mencioné antes, esta obra corresponde a mi primera etapa profesional como escultor, y aunque en ese tiempo yo aún vivía con mis padres, estaba ya a punto de dar el salto a ser independiente. Fue la penúltima estatua que trabajé al servicio de mi padre. Luego de Cantinflas, mi papá me dijo que ya estaba yo preparado para seguir por mi cuenta con mis propias obras. Al año siguiente, comencé a hacer obras por encargo, principalmente bustos, que engrosaron mi currículum, y que están no sólo en Ciudad de México, sino en muchas otras capitales, por lo que guardo muy buen recuerdo de mis inicios con Cantinflas.
MyF: ¿Por qué eligieron plasmar a ‘Cantinflas’ en esa etapa de la vida del actor, a esa edad en que queda representado?
SPA: Precisamente porque nos basamos en la película de 1941. Aunque Mario Moreno fue taurino toda su vida, es un homenaje al tiempo en que toreaba por todo México en su caracterización de Cantinflas.
MyF: ¿Qué de ‘Cantinflas’ y su mundo actoral y de símbolo de hombre libre y de cómico queda materializado en la escultura que usted realizó?
SPA: Principalmente son dos cosas: por un lado, la parte taurófila que era lo que mi papá mayormente quería resaltar, y por otro lado los detalles estéticos para que fuera reconocido, como sus zapatos, el pantalón caído por debajo de la barriga, y que se me ocurrió escribirle en el capote de paseo una de sus frases más llenas de chispa “Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos”.
MyF: ¿Qué significa para usted esta obra en relación con la obra actoral de ‘Cantinflas’, y con él como persona, como historia de vida? ¿Qué significa para usted Mario Moreno ‘Cantinflas’?
SPA: Yo disfruté muchísimo hacer esta obra; me ponía yo a “Cantinflear” y bailar en el taller imitando a Cantinflas, iniciaba mi jornada a las 9 de la mañana y la terminaba a las 7 de la noche, metódicamente. Por las noches, al cerrar el taller, cenando miraba las películas de Cantinflas a través de una videocasetera “Betamax”, -no existía el internet- , al dormir soñaba con su escultura terminada, me compenetré mucho en el personaje y supe hacer de lado la vida de Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, ya que era importante que la escultura tuviera la carga emotiva del personaje de cine. Desde niño me gustaban mucho sus películas, y me daba gusto ver colgadas en casa , las fotografías en donde salían abrazados mi papá y el actor. Para mí es una nostalgia positiva, recordar un México que ya se nos fue.
MyF: ¿Qué elementos distintivos del estilo de usted va a encontrar el visitante en esta obra?
SPA: En ese tiempo (1994) yo era muy joven y no poseía un estilo conformado, debieron pasar muchos años y muchas esculturas para lograr mi “estilo personal”. Más bien yo quería lograr el estilo de mi padre. Aunque es muy característico desde entonces en mi desarrollo escultórico ser buen retratista, el retrato de Cantinflas en el monumento está bien logrado, y también un distintivo personal es la leyenda que puse sobre el capote de paseo, y la cual me referí anteriormente.
MyF: El arte es algo universal, y dado que ‘Cantinflas’ es una de los ciudadanos mexicanos más universales, ¿qué considera usted que “El Mimo de México” signifique para México y América Latina, y para el mundo y las próximas generaciones?
SPA: Actualmente no lo sé, porque las generaciones jóvenes no crecieron con sus películas. Así como la música de Cri-Cri, Cantinflas era parte de nuestra vida cuando fuimos niños. Y para Mexico y América Latina, fue todo un héroe popular que cohesionaba a la sociedad, y su mensaje era muy positivo. Sin duda fue un gran actor de comedia que es recordado en todo el mundo para orgullo de México. Su estilo y humor no era ni grosero ni vulgar; en muchos momentos hasta se pasaba de inocente, y eso es principalmente lo que debe ser considerado por las próximas generaciones. Su modo de hablar “cantinfleando” fue algo que se hizo del dominio público, y trascendió de tal manera esa palabra que se incluyó en el diccionario de español de la Real Academia de la Lengua, “¡Oiga usted!” Ya quiero ver que algún actor o personaje público en la actualidad ponga de moda un estilo o palabra que perdure en la cultura hispanoparlante del mundo.
MyF: A todos quienes tenemos la visión de que el metal solo tiene aplicaciones técnicas e industriales, ¿qué nos puede decir acerca de la aplicación artística del metal?
SPA: Desde las noche de los tiempos, desde que la humanidad se conformó en grupos que dieron inicio a los pueblos y posteriormente a las ciudades, la utilización del metal tanto utilitaria como ornamentalmente ha ido de la mano con la evolución del pensamiento y del espíritu, ya que una vez que se supieron hacer las aleaciones el metal fue fundamental: ya fuese para rendir culto a deidades, o para coronación y embellecimiento personal y de grandes obras arquitectónicas, la fundición de metales nos remite al origen de la humanidad. Un fundidor, ya sea industrial, artesanal o artístico, por más que esté al día con la tecnología de punta, no deja de ser un eslabón con el origen de la civilización, un continuador de uno de los más nobles oficios del ser humano.
MyF: Por favor, envíe unas palabras a sus lectores de la Sociedad Mexicana de Fundidores A. C. en México.
SPA: Sí, con todo gusto. Muchas gracias por abrir este espacio de difusión al arte de la escultura. Yo afirmo que el binomio escultor-fundidor es sumamente importante para el logro de grandes obras. Yo, que he viajado por el mundo y he trabajado en fundiciones artísticas en distintos países, he logrado comprobar que en México el nivel profesional humano no le pide nada a ningún otro país, sino que, por el contrario, en México hay un potencial maravilloso de técnicos y artesanos, estamos en muy buen nivel de moldeo y fundición. Lo único que veo como una diferencia importante es el punto de la seguridad, nuestra gente, muchas veces, hace caso omiso de cuidarse a sí mismos y de utilizar correctamente los implementos de seguridad en el trabajo. Es algo cultural de nuestra gente pensar que “no nos va a suceder nada”; por eso les pido que se cuiden mucho, que piensen en sus familias y que Dios los bendiga y proteja cuando se acerquen al calor del metal fundido, que gocen de buena salud y fuerza física por muchos años.